lunes, 27 de febrero de 2006

UN TAL HOLMES, DIGO HOLMES


SHERLOCK HOLMES va irremediablemente ligado a su autor, o mejor, su autor, Sir Arthur Conan Doyle, ira eternamente unido a su personaje, que odió, pese al dinero y la fama que le reportó. Hasta tal punto llego su antipatía por el detective, que se lo cargó en uno de sus relatos, despeñándolo, junto con su archienemigo Moriarty por un desfiladero; posteriormente y debido a “ presiones exteriores”, en forma de cheque de cifras astronómicas para la época por parte de su editores, reconsideró el destino del bueno de Sherlock y apareció como de entre los muertos para ya convertirse en inmortal .
A día de hoy , el personaje goza de una salud de hierro inquebrantable, millones de lectores, clubs, asociaciones con un montón de miembros lo avalan. Un prestigio que su autor no creo compartiera con sus fans.
En la evolución del personaje se aprecia la antipatía que le empezaba a coger su creador, convirtiéndolo en un ser huraño, lleno de manías, cocainómano y con problemas de relación con el otro sexo.. ambigüedad y toques sibilinos aquí y allá, incluso el hermano de Serlock, Mycroft, era más listo e inteligente que el detective, y Sherlock, cuando el caso lo requería, le pedía consejo y ayuda; definitivamente esto deja constancia del poco o nulo cariño que mostraba para con su criatura al final de su carrera; y ya en sus memorias Sir Arthur apenas lo nombra de pasada, como quitándole toda importancia. ¿ y por qué de este desprecio?, pues porque Sherlock Holmes, pertenece al genero folletinesco, más tarde acuñado "pulp" por los americanos debido al material en el que se imprimían: papel de pulpa. Esto para Conan era una maldición absoluta ya que quería ser considerado un escritor de novelas, y la notoriedad de su personaje de folletín lo arrastraba hacia un genero poco considerado, que sólo leían gentes de baja condición o simplemente populacho en general.
Serializado en la revista Strand Magazine, pasó ha convertirse en la publicación de mayor tirada de la historia de las islas, cosa que enfurecía terriblemente a Doyle... a mayor gloria de su criatura peor para él, o eso creía...


EN LA FAUNA que pululaba por los relatos, aparte del ya citado hermano mayor, y su archienemigo Moriarty, otros personajes con mayor o menor peso apuntalaban ese universo particular, y enriquecían mucho los relatos; siempre se ha dicho que la perfilación y por tanto calidad de los secundarios es lo que marca la diferencia entre lo malo, lo bueno o muy bueno.
· El eterno acompañante, además de narrador de los relatos del detective, era el doctor Watson: paciente, bonachón y completamente fascinado con el mundo de su amigo Sherlock, cosa que a su mujer no hacia la menor gracia. El doctor era, aparte de compañero de fatigas, camello oficial, aunque, eso si, a regañadientes; suministrándole la farlopa que se metía el detective, hecho, este último, convenientemente omitido cada vez que se habla del detective.
Otros personajes del universo Holmes son :
Los Irregulares de Baker Street: un grupillo de chavales de los barrios bajos que eran ojos, oídos y brazos del detective, que acudía a ellos cada vez que lo requerían las circunstancias.
El Inspector Lestrade: mal rollo, debía de odiar a Holmes con toda su alma, torpe y sin chispa, sus argumentaciones quedaban a la altura del betún comparándolas con las brillantes deducciones del gran Sherlock Holmes
Irene Adler: rivaliza en inteligencia y frialdad con el propio Holmes, más el hecho de ser mujer la convierten en el perfecto contrapunto.
Para finalizar, diremos, que el origen del personaje no viene, como se ha citado alguna vez, del mucho menos popular Inspector Dupin, que apareció, eso si, en el famoso relato Los Crímenes de la Calle Morgue, del no menos popular Edgar Alan Poe, como claro antecedente y precedente del detective Sherlock Holmes; más bien Sir Arthur, basó su personaje en una vivencia personal cuando estudiando medicina, tuvo como profesor a un tal Joseph Bell, a quien gustaba de hacer juegos deductivos con sus alumnos.
Como curiosidad final, decir que la ya celebérrima frase “ elemental, querido Watson”, no aparece en ningún relato, y por tanto nunca fueron “ pronunciadas” por el detective, quizás proceda de alguna película basada en las historias de Holmes, ya que se han realizado muchas y en diferentes épocas y con diferentes enfoques que daría para otro articulo como poco. Pero este dato queda en el aire ...







4 comentarios:

  1. En fin, lo tuyo es recurrente, por un momento creí ver un artículo sobre la movida...!qué susto!. Con respecto al odio de Sir Arthur a su personaje, es lógico y normal, su personaje , es decir, mi querido Sherlock, se hizo más famoso que su propio autor...Eran celos, celos del autor a su personaje.La gente quería a Sherlock Holmes, quien lo escribiera les daba igual... Pobre Doyle. Sherlock aun mantiene su casa en el 221 de Baker Street y del pobre autor...¿qué?...En fin, los celos que son enfermizos.

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  2. pues yo me se una historia sobre Conan Doyle de lo más sabrosa: el tipo era muy espiritista y en una de esas sesiones junto con su mujer y un, siempre abispado, Houdini hicieron una buscando el contacto con la madre recien fallecia de éste. El muy astuto Conan Doyle se la quiso meter doblada al mago Houdini engañandolo de tal forma que pensará que la voz que estaba escuchando era la de su madre..
    pero cometió un error, hizo decir en boca de ella el nombre de Dios, cuando era judia.. total: se levanta Houdini, coje por la pechera al bueno de Conan Doyle y lo espolsa a base de bien.. eran amigos y no volvieron a dirijirse la palabra.

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  3. pues, no serían tan amigos, cuando ni siquiera sabía que era judio...A ver si no era tan avispao este Doyle... Lo que yo digo, era mucho mejor su personaje...En fin...

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  4. Con ese nombre (Sir Arthur Conan Doyle) yo no podría deprimirme... ¡Demasiado glorioso!

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