jueves, 23 de marzo de 2006

Balada del mal genio

Hay días en que siento una desganade mí, de ti, de todo lo que insiste en creerse.
Y me hallo solidariamente cretino
apto para que en mí vacilen los rencores
y nada me parezca un aceptable augurio.
Días en que abro el diario con el corazón en la boca
como si aguardara de veras que mi nombre
fuera aparecer en los avisos fúnebresseguido de la nómina de parientes y amigos
y de todo el indócil personal a mis órdenes.
Hay días que ni siquiera son oscuros.Días en que pierdo el rastro de mi pena
y resuelvo las palabras cruzadas
con una rabia hecha para otra ocasión
digamos, por ejemplo, para noches de insomnio.
Días en que uno sabe que hace mucho era bueno.Bah, tal vez no hace tanto que salía la luna
limpia como después de un jabón perfumado.Y aquello si era auténtica melancolía
y no este malsano, dulce aburrimiento.
Bueno, esta balada solo es para avisarte
que en esos pocos días no me tomes en cuenta.
Mario Benedetti

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